lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Hija de quién?

  Cuando cursé el último año de bachillerato tuve la posibilidad, junto a Silvia Rodríguez y Agustín Garcells, en el preuniversitario de Holguín, de que se nos otorgara la Licenciatura en Periodismo. Ninguno de nuestros padres eran intelectuales ni periodistas, pero nos llegó esa suerte, aunque siempre fue muy limitada la selección para esta carrera. Puedo asegurarles que no sobornamos a nadie ni buscamos padrinos. ¿Será q algo ha cambiado en la proyección de quienes deben orientar a los alumnos para definir su vocación? les dejo este trabajo de una joven estudiante, lo consideré interesante. (MEB)

  Tomado del Blog de estudiantes universitarios La Joven Cuba
Por Claudia Yilén Paz Joa
 Tenía que decidir, se acercaba el momento de hacerlo, a pesar de que el curso escolar apenas comenzaba. Una sola interrogante inundaba los pasillos del centro: ¿Qué vas a estudiar?
  Una tarde, mis amigas y yo salimos en busca de orientación profesional y vocacional, pues nadie nos hablaba sobre el asunto. Llegamos hasta la dirección, donde encontramos a la subdirectora, que tenía como de costumbre, una sonrisa amarga y fría. Aun así, trató de ser amable con las cinco colegialas de duodécimo grado.
  ¿Qué quieren?, fue su recibimiento. Nosotras sonreímos y respondimos con un “buenas tardes”, acostumbradas ya a las malas formas de las personas que nos rodeaban, no perdíamos las esperanzas, y mucho menos la compostura. Explicamos el porqué de nuestra visita a esta oficina y de repente iniciamos una conversación intimidante. Hasta que nos asaltó con la pregunta que más oí en mis tres años de preuniversitario. Cuando llegó mi turno y respondí PERIODISMO, me lanzó otra que nunca en mi vida me habían hecho ¿Y de quién tú eres hija? No supe qué responderle, pero una de mis amigas alcanzó a decir que de dos obreros asalariados.
  “Tienes que estudiar muchísimo. Te hacen una prueba de aptitud que tiene cantidad de preguntas, después te hacen otra de redacción y finalmente la entrevista, que mija, si no conoces a nadie, olvídate de coger eso. Además de las pruebas de ingreso, que son cada día más difíciles.” Fueron sus alentadoras palabras. –Gracias por todo, muy amable- Le dije y me fui.
  Pensaba en mis padres, ingenieros civiles los dos, sin vínculo alguno con los medios de comunicación ¿Cómo iba a depender mi futuro de sus lazos laborales o sus influencias? Esta mujer tenía que estar completamente loca, o muy resignada con la actual situación de que si no tienes una amistad no resuelves tu problema.
  Llegó la famosa prueba de aptitud y todo salió bien, confieso que no vi a nadie favorecido por el “sociolismo” allí. Pasé las tres pruebas, y cuando llegó el otro monstruo de la prueba de ingreso también salí ilesa.    
Actualmente estudio periodismo, mi segundo año en la universidad.
  Me lastima mucho que situaciones como esta se repitan en otros sectores, y que la gente siga perdiendo las esperanzas, se resigne y mucho peor, dejen de realizar sus sueños por ser hijos de “nadie” o no tener una buena “palanca”.

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